Estos ojitos dulces pertenecen a un ser especial llamado Anel. Su vida estuvo marcada por el desprecio y la indiferencia humana, primero abandonada, después maltratada (vivía en una terraza sin apenas comida y agua, ni lugar para resguardarse de la lluvia y el frío), sacando fuerzas cada día por sobrevivir y seguir adelante.

Su pasado la han hecho un poco desconfiada con desconocidos, por eso no se entrega al primero que se le acerca, pero cuando coge confianza, es una perra cariñosa y que se deja querer.

Por su triste pasado y su condición física, Anel no es fácil para familias primerizas. Necesita a una persona que respete su ritmo y su carácter, que la comprenda, la acompañe y construya con ella una vida nueva.

Además del correspondiente contrato de adopción, la adopción de Anel requiere la licencia de para la tenencia de animales potencialmente peligrosos.

Sexo:

Hembra

Tamaño:

Mediano

Edad:

Adulto

Esterilizado:

Si