Este corazón enorme se llama Bito, y lo único que desea es volver a sentir lo que todos merecemos: una familia que lo quiera.
Es de tamaño mediano, o pequeño de «huesos anchos» y patitas cortas, según cómo lo mires, que le dan un aire entrañable y simpático. Pasea fenomenal con correa, es sociable, confiado y sin miedos, y su alegría por la gente es contagiosa. Bito ama las caricias: se pasa el día tumbado panza arriba, invitando a que le rasquen la barriga .
Con 11 años, es un abuelo lleno de cariño y paciencia. Su familia tuvo que dejarlo por problemas personales, y él, inocente, pagó los platos rotos de esa historia. Ahora busca un hogar cálido, un rincón seguro donde pueda disfrutar del invierno y del amor que nunca debió perder.
Bito está listo para dar lo mejor de sí: solo necesita una oportunidad para demostrar que el amor verdadero no tiene edad.