LUANA

Esta cosita tan dulce se llama Luana y no está en nuestro refugio porque sea una perra abandonada o no querida. Luana tenía una persona que la quería y la cuidaba, y era una perra feliz. Pero, cuando esa persona tuvo que ingresar en una residencia, todo su mundo se derrumbó. Hasta hace poco tenía el consuelo de estar con su compañero, un setter llamado Pinto, pero él encontró su nuevo comienzo, y ahora es muy importante que también lo encuentre ella.

Luana es algo insegura, pero extraordinariamente buena con todo el mundo, su corazón es de oro puro. Es tierna, obediente, respetuosa, amorosa, pacífica, adorable, sensible y activa. Fortaleza y fragilidad en el mismo precioso envoltorio. Un ángel con cara de ángel capaz de iluminarlo todo con su presencia. Siembra amor y dulzura con una sencillez asombrosa. Es toda ella un tesoro de incalculable valor.