Esta pequeñaja de ojos despiertos se llama Pinky y es una adorable perrita faldera que solo quiere agradar. Pasó toda su vida con una familia y su inseparable compañero Bruce, compartiendo mimos, camas, juegos, paseos, y mucho amor. Por desgracia, su dueña falleció y tuvieron que volver a empezar en un refugio para mejores amigos abandonados.
Pinky es dulce e inocente como una niña pequeña, tiene 5 añitos, un corazón enorme y muchas ganas de vivir. Bruce es el señor de la casa, un respetable senior de 11 años que guía su camino. Nos encantaría que se fuesen adoptados juntos pero tenemos que ser realistas y las adopciones conjuntas son escasas, así que si no nos queda otra opción y no aparece una familia que adopte a ambos, no descartamos darlos por separado, ya que no sería justo condenarlos a vivir de por vida en un refugio para perros abandonados, y más después de haber vivido siempre en un hogar
Pinky y Bruce te necesitan. ¿Quieres ser tú su nuevo hogar?