Description
Este mini pastorcito de cara alegre se llama Robin y aunque su cara diga lo contrario, llegó a APADAN después de pasar por muchas calamidades. Fue condenado a los tres meses a vivir atado a una cadena por jugar con una gallina, un acto cruel donde los haya para un cachorro ingenuo y despreocupado, y desde entonces no conoció más que un pequeño trocito de tierra y pan duro. A Robin se lo privaron todo, y creció resignado a aquella vida sin rechistar demasiado.
Este mini pastorcito de cara alegre se llama Robin y aunque su cara diga lo contrario, llegó a APADAN después de pasar por muchas calamidades. Fue condenado a los tres meses a vivir atado a una cadena por jugar con una gallina, un acto cruel donde los haya para un cachorro ingenuo y despreocupado, y desde entonces no conoció más que un pequeño trocito de tierra y pan duro. A Robin se lo privaron todo, y creció resignado a aquella vida sin rechistar demasiado. Pero como las casualidades de la vida a veces ayudan a hacer las cosas más justas, ahora Robin espera en APADAN una segunda oportunidad. Es un perro muy bueno, sociable y cariñoso, con unas ganas infinitas de vivir y de aprender, y estamos seguros de que hará lo posible y más por encontrar a una familia buena que lo valore y lo cuide como se merece.