Zar llegó a APADAN después de vivir muchos años de total abandono, encerrado entre cuatro paredes y sin recibir el más mínimo cuidado. Aunque su nombre indique lo contrario, él nunca ha poseído un gran poder, jamás le han dado una oportunidad y vivió siempre derrotado. A pesar de haber sido tratado como a un trapo, a Zar le encantan las personas, es un perro muy sumiso y dócil, y lo que más le gusta en el mundo son los mimos.
Zar llegó a APADAN después de vivir muchos años de total abandono, encerrado entre cuatro paredes y sin recibir el más mínimo cuidado. Aunque su nombre indique lo contrario, él nunca ha poseído un gran poder, jamás le han dado una oportunidad y vivió siempre derrotado. A pesar de haber sido tratado como a un trapo, a Zar le encantan las personas, es un perro muy sumiso y dócil, y lo que más le gusta en el mundo son los mimos. De hecho, tiene un carácter tan bueno que nos resulta increíble que nadie lo haya querido. Y no sólo con la gente es un perro sociable, también lo es con sus compañeros perrunos, nunca nos ha dado un problema, es silencioso y cuidadoso con los demás, y no es capaz de hacer daño a nadie. Aunque ya no es un chiquillo, a Zar le quedan todavía muchos años, te animas a conocer a este orejotas simpático?
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